martes, 30 de julio de 2019

Marilillas poliposas

Las mariposas son polillas si se las mira bien de cerca; como las polillas, que viceversa.

Vas por la calle y ese café bien calentito. Luz de vainilla, los desperdigados perfectos, quieres entrar: mariposas, las 9.15h, no llegas: polillas, chau.

El chico de la esquina, que te mira y lo miras, y te mira y lo miras y lo vuelves a mirar, y para colmo parece no tener prisa, mariposas, mariposas, muchas mariposas, pero no te animas O no estaría bien O qué pasaría si O demasiada fantasía ¿Y? O: pO/li/llas.

Lo mismo con el sol en el lugar idóneo, la foto que nunca-porque, la cervecita a las 10.00h en un día chungo, no acostarte por esa historia, la chica del bus- sonrisa divina- chica del bus - luz de polillas que viajan a  mariposas.

Mientras las mariposas duran hay esperanza. Ellas andan por ahí cuando aparece cada oportunidad. No es que de pronto se conviertan en polillas por nada. Ellas estar están mientras dure la esperanza. Pero en cuanto das la vuelta a la cara ya son polillas, ya empiezan a comerse lo que te gustaba, ya se pierden los puentes que te llevaban al lugar al que ibas derechita como si nada.

También hay opción de matarlas antes de que aparezcan. Puedes controlarlas. Sí. Pero por experiencia te cuento que en esa situación corres graves riesgos. Están por ejemplo las goteras. Porque matar mariposas no significa exterminar polillas, es más, éstas se reproducen de tal forma que los días de lluvia andas con montones de agujeros, los de ellas, las polillas, a las que diste una buena merienda en la última sonrisa despreciada. Y los de vendaval  vas silbando por la vida, tus agujeros suenan, bueno, gritan, con diferentes timbres y a veces hasta arman una orquesta con los de la gente que te rodea, pero no te recomiendo probar, suena para la mierda.

Y bueno para qué te voy a contar. Yo opté por mariposas, aunque pocas veces se concretan, y el 1000% del tiempo me siento más bien apolillada. Pero el tiempo es cosa de polillas, así que poco me preocupa. Lo mío son las mariposas, que mientras duran qué buena cosa, que las sigues por ahí y te llevan tan en volandas, tan con ese aletear tic tic, tic tac, pli pli pli, plipla, plipla, pli, ti, tiri, tirirá. Y así. Que se te queman las tostadas, que pierdes un papel, o el bus, que la casa patas para arriba, que las facturas, la jefa, la otra y la de más allá, pero tú como pli, pli pli, plipla, pli pli, tirirí. Y todo bien. De pena y cuesta arriba, y viceversa.



No hay comentarios:

Publicar un comentario