En Argentina cuando no hay lugar significa que no hay sitio.
Escribo esta frase y me cuestiono a mí misma: ¿Ofendería a
algún leyente argentino ese “significa”? ¿Debería cambiar “significa” por otra
palabra o expresarlo de otro modo? ¿Pensará algún argentino o español que
escribo “leyente” porque no sé que se dice “lector”?
Desde que llegué mi opción fue guardarme la frase entera
para mí y, antes aún de llegar, ya empecé con lo de guardarme las palabras
inventadas. Ésa y otra tonelada más, cada día, de frases y palabras hasta que
aprenda, o desaprenda, que esto se dice así y lo otro simplemente “no existe para los demás".
Mi cerebro abre entonces la cajita de “Variaciones del
lenguaje a considerar”: En Argentina cuando no hay lugar significa que no
hay sitio. Después van de par en par las compuertas del buque trasatlántico “Palabras Inventadas”: leyente.
Y sigo.
Para mí, en el modo de hablar en el que yo nací, el lugar es
un sitio, una ubicación concreta. Sin embargo, hoy me escuchaba a mí misma contándole a alguien que no encuentro mi lugar, que no sé si alguna vez lo tuve
en algún lado, y me daba cuenta cómo ese lugar incluía un espacio alrededor mío
que nunca antes había imaginado cuando decía no encontrar mi sitio.
Ese espacio supone una diferencia y esa diferencia genera
una corriente de aire alrededor que también me alivia y me acerca a algo muy
concreto desde un lugar (sitio) muy extraño.
Últimamente no sé ni lo que hablo, así que tremendamente
difícil saber qué es lo que escribo, pero lo intentaré traducir lo mejor que
pueda.
Antes de venir sentía que debía construir algo. No algo
afuera, sino los cimientos de algo adentro, una estructura, no sé, algo.
Ese algo se delimitaba a mí y finalizaba en mi piel. Más
allá de esas células se encontraba el siemprehiriente mundo hostil.
El problema era concebirme como sitio y escribiendo es que
he podido aclararlo:
No hay lugar, como sitio, sin lugar, como espacio, como
espacio entre todos los "algos" que existen de un modo delimitado.
Y aunque no se entienda mucho lo que digo, o más bien sea
súper difícil explicarlo, si bien, incluso, no sea esto más que la representación
de algo extraordinarimente personal y totalmente desquiciado, lo cierto
es que respiro distinto después de contarlo.
Debe ser que en este país hay algo más de espacio.