domingo, 6 de mayo de 2012

Retrortulianos


Tengo 24 años y estoy soltera. Estudio, trabajo, como, duermo y la tercera función vital también. Para algunos me va bien, para los que saben un poco más no tan bien, para la sociedad soy un número disfuncional.

Los tertulianos critican a la juventud. Parece ser que no hacemos nada, que no hacemos nada en el sentido más espiritual o comprometido de la palabra. Sí, parece ser que no hacemos nada, o eso dice la radio cada vez que decido envenenarme escuchando su asfixiante sintonizar de ondas negativas.
Estoy de acuerdo, no hacemos nada, pero tampoco ustedes lo hacen “¿Dónde está esa juventud comprometida de la época de la dictadura franquista?” Jubilada señores, jubilada o en prejubilación, probablemente dedicándose a lo que realmente le gusta, sueño vital de la mayoría de trabajadores de nuestra suciedad. Parece mentira que no sepan esto, señores analistas, tertulianos, cronistas, desilusionistas, critiquistas y frustristas.
“Ya no existen idealistas como los de antes” Por supuesto que no y ¡menos mal! Porque si fuesen como los de antes no serían como los de ahora mis señores.
El verdadero problema mis queridos comodones, comodines y comodistas es que no existe la conciencia de irrealidad, la aceptación que verdaderamente nos libera de idealistas como los de antes y esa juventud comprometida de la dictadura. La capacidad y desarrollo necesarios de herramientas humanas que nos permitan pintar el futuro sobre un fondo vacío y proyectar  en él nuevas bases de ideas o nueveas, o como queramos llamarlas, porque no van a ser nada de lo que ha sido antes.
No, los jóvenes no sabemos solucionar problemas porque lo que tenemos que saber es la regla de tres, la tabla periódica, en qué año murió fulanito de tal y cuál fue la obra más importante de menganito de cual.
Si no les causa mayor inconveniente, por favor, la próxima vez que abran  eso que tienen bajo la nariz deténganse a pensar de dónde viene lo que van a lanzar a su papel borroso, su micrófono oxidado o su teclado artrítico. Puede que les sorprenda lo increíblemente osteoporótico y plagiado que resulta su discurso, pero no se preocupen, nunca es tarde para aprender a ser libre.

Tengo 24 años estoy soltera y queridos contertulios me va bastante mejor de lo que muchos piensan o hacen que.