Los anzuelos de su lengua,
esos ganchos bífidos en su boca,
y la trampa,
la trampa de su garganta.
Sus ojos,
los imanes de sus ojos,
ESOS imanes y no otros.
Todo listo para atraparte,
atraparte y devorarte,
devorarte y torturarte para luego devolverte
vomitarte
de nuevo rota
de nuevo muda
de nuevo idiota
Desalmada y desanclada para que cuando menos te los esperas,
cuando ya estás de nuevo lista y a la carga,
vuelvan los anzuelos de su boca en sus palabras,
de nuevo su lengua.
El cebo ideal entre sus dientes
y su trampa,
en la que tú caes rata asustada,
trampa que es esa voz en su garganta.
Una voz que ata y engancha
y aprisiona
y enclaustra
Una voz de palabras exactas armada
que te rodea y acorrala.
Una voz ideada para atraparte y encorsetarte,
hacerlo hasta que estallas,
hasta que de nuevo te matas,
y tras morir vuelves otra vez
y otra
y otra maldita vez a morder los anzuelos de su boca,
la trampa...
de su garganta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario